Dimensiones

DIMENSIÓN ESPIRITUAL Y VOCACIONAL

Radicalidad Formativa

Nuestros aspirantes se sumergen completamente en el itinerario formativo diseñado por el Señor. Responden diariamente a los llamados de la Palabra de Dios, abrazando la conversión constante.

DIMENSIÓN HUMANA Y COMUNITARIA
DIMENSIÓN INTELECTUAL Y ACADÉMICA
DIMENSIÓN PASTORAL Y MISIONERA

Devoción Mariana

La sencilla devoción a la Virgen María les brinda guía, protección e inspiración en su camino hacia el sacerdocio.

Nuestra formación activa se cimienta en dos puntos cruciales

  • Dimensión Objetiva: Reconocimiento de la creación del ser humano a semejanza divina, dotado de inteligencia, voluntad y libertad. Los futuros sacerdotes son responsables de sus pensamientos, palabras, acciones y dirección vital.

  • Dimensión Subjetiva: Cultivo del ferviente deseo de crecer hacia auténtica libertad, equilibrio emocional, transparencia y determinación. Se comprometen a invertir sus energías en esta noble aspiración, colaborando en su propia formación.

"La formación espiritual es el corazón del ser y del ejercicio sacerdotal. Les instamos a enamorarse de Cristo y a permitir que ese amor guíe cada paso de su formación".

San Juan Pablo II

Búsqueda de la Excelencia

San Juan Pablo II resalta la formación intelectual en la preparación sacerdotal. Nuestros futuros sacerdotes buscan profundo conocimiento de los misterios divinos para transmitir su fe y esperanza.

"El presbítero, como "imagen viva" de Jesucristo, busca reflejar la perfección humana de Dios encarnado. Esta manifestación se evidencia en actitudes de amor y servicio, tal como nos enseñan los evangelistas".

(PDV 43)

Compromiso con el Crecimiento Personal

Nuestros alumnos se dedican apasionadamente al estudio de humanidades y teología. Reconocen que la mediocridad no cumple su llamado ni compromiso. Cada miembro se esfuerza por ofrecer lo mejor, buscando la excelencia.

Responsabilidad hacia la Salvación y el Ministerio

Desde el inicio, comprenden la trascendencia de lo académico en su preparación, influyendo en su propia salvación y otros. Los estudios teológicos los equipan para liderar, pastorear y servir con sabiduría.

Relevancia de la Filosofía Perenne

La Filosofía perenne aborda las interrogantes eternas. Nuestros seminaristas aprenden a pensar críticamente, comprender diversas corrientes y situarlas en contexto histórico. Preparados para la madurez intelectual mediante años de estudio y experiencia.

La dimensión intelectual y académica es esencial en nuestra educación. Reconocemos su íntima conexión con todas las áreas, enriqueciendo la vida y el servicio de nuestros futuros sacerdotes.

Sendero de Saber y Reflexión

Nuestro plan abarca diversas áreas, partiendo de sólidos cimientos filosóficos para potenciar el pensamiento crítico y la evaluación precisa de la realidad y la historia. Los estudiantes exploran los misterios divinos y eclesiásticos a través de tratados teológicos y ciencias auxiliares en humanidades y ciencias sagradas.

Empatía y Cuidado

Nuestros aspirantes, con madurez y sensibilidad, atienden al sufrimiento de los demás, reflejando el amor compasivo de Cristo, el Buen Pastor.

Consejos Evangélicos

En su camino al sacerdocio, abrazan los consejos evangélicos de obediencia, castidad y pobreza. Estos valores definen su vocación y son evaluados tanto interna como externamente.

Eucaristía Diaria

La Eucaristía es el núcleo de nuestra espiritualidad. Nuestros futuros sacerdotes anhelan recibir y celebrarla a diario, fortaleciendo su unión con Cristo.

Compromiso Radical

Siguiendo el ejemplo de Cristo, nuestros futuros sacerdotes están dispuestos a cargar su cruz a diario. Su compromiso con el seguimiento de Jesús es evidente y profundo.

Equilibrio entre Individualidad y Comunidad

La formación abarca lo individual y la comprensión del ser humano como hombre y mujer, complementarios y relacionados. La comunidad, en la familia y la sociedad, desempeña un papel crucial en la vida del seminarista.

Competencias para una Vida Plena

Buscamos fomentar competencias en ambas dimensiones, especialmente en la formación afectiva y la ecuanimidad. Estas destrezas equiparán a nuestros futuros sacerdotes para enfrentar desafíos y servir a Dios y a su pueblo con amor y equidad.

Entrelazamiento de Dimensiones

La formación académica es un pilar, pero reconocemos su interdependencia con todas las áreas. Nuestro currículo abarca principios filosóficos que fomentan la evaluación crítica y el estudio de misterios divinos y eclesiásticos, explorando tratados teológicos y ciencias auxiliares.

Conformación al Buen Pastor

En el Seminario Mayor de Manizales, buscamos moldear alumnos con los sentimientos de Cristo, el Buen Pastor. La fusión de lo académico e intelectual con lo humano y comunitario tiene un propósito único: formar pastores según el corazón de Dios, para servir a la Iglesia y al mundo.

Misión y Mandato

El Decreto Conciliar sobre formación sacerdotal establece un objetivo claro: preparar auténticos pastores modelados por Jesucristo. Están listos para el ministerio de la Palabra, el culto y la santificación, enfocados en representar a Cristo y su servicio.

Pastoral y Conocimiento Teológico

San Juan Pablo II destaca la dimensión teológica de la pastoral, arraigada en la fe y el discernimiento evangélico. Nuestros candidatos al sacerdocio no solo estudian, sino que también se sumergen en experiencias pastorales, buscando comunión con la caridad pastoral de Jesús, el buen Pastor.

"Preparar a los aspirantes al sacerdocio para convertirse en hombres de fe profunda y sincera, arraigados en la confianza filial y absoluta en Dios y en sus planes".

Nuestra misión

Desarrollo de Madurez y Equilibrio

Nuestros aspirantes se sumergen completamente en el itinerario formativo diseñado por el Señor. Responden diariamente a los llamados de la Palabra de Dios, abrazando la conversión constante.